jueves, 12 de julio de 2012

La bien merecida victoria del PRI

Antes de que dejen salir los recordatorios del diez de Mayo, dejen decirles por qué es mi opinión tan lamentable.

Debo platicarles primero que soy de Guanajuato, el "bastión panista" por excelencia. ¿Está demás decir que soy blanquiazul? Pero ¿saben? yo no soy panista así lo que se dice panista. No. 
Crecí viendo a mis amigos, vecinos y familiares pelearle al PRI. Pelearle duro, de frente. Meterse a los mítines siempre llenos de acarreados y comenzar a abuchear. (como los acarreados ni sabían a qué iban, seguían lo que ellos hacían).
El PRI te perseguía y te metía a la cárcel. No podías competir con él. Esa era la vida, esa era la garra de los militantes de antaño de Acción Nacional. Crecí pintando bardas del "Jefe Diego", haciendo banderas con el signo de la victoria de Fox y lloré el día que Ernesto Zedillo (una vez más) se llevaba los sueños del papá de mi mejor amiga y vecina, quien había gastado sus ahorros en la campaña. "Pero bueno, ganamos el municipio y el Estado. Que Dios se apiade del resto del país",  decía Don Rosendo, tianguista, orfebre y el más fiel militante de AN por convicción y amor a México, de toda la vida.

Crecí escuchando la historia de La Plaza de los Mártires del 2 de Enero (plaza principal del rancho donde nací) cuando los ciudadanos manifestándose en contra de la enésima elección robada, caminaban fuera del Palacio Municipal con un ataúd, (haciendo referencia a la Democracia muerta) y como El Loco Tomás, un vagabundo del centro se unió a la marcha y se metió al ataúd, generando más risas y atención de la gente, hasta que salieron los guardias del palacio por las ventanas a matar a todos.
No debe extrañarnos entonces, que mi rancho fuera el primer municipio en lograr anular una elección, declararla robada, convocar a una junta Administración Ciudadana con el reconocido y honrado empresario Roberto Plascencia a la cabeza. Y volver a hacer elecciones. Y convertirse en el primer triunfo de AN. 

En esas historias se fraguó AN. Para mí, ser panista era el más grande orgullo.

Al interior de AN hay miles de asuntos internos que no son objeto de esta entrada. Pero que tal vez sí sean causa de la situación que hoy vivimos.

Parece que a la gran mayoría de los que tenemos acceso a internet y  a redes sociales, no nos gusta el resultado de la jornada electoral del primero de Julio.
Se habla de un fraude. Pero no sé cuántos de los que hablan de ello fueron funcionarios de casilla, observadores políticos o voluntarios.

Se habla de compra de votos (uuuuuuuuy, algo muy nuevo y nunca antes visto en el Partido Revolucionario Institucional).

Se habla de encuestas pagadas y erradas, se le van a la yugular al IFE y el descontento, las marchas, las discusiones vía redes o en la sobremesa no se hacen esperar.

Pero nada de eso, cambia nuestra realidad. Enrique Peña Nieto es el presidente electo de México. 

¿Nos sorprende? No. Sabíamos (no sé por qué) desde que era gobernador del Estado de México que encabezaba las preferencias electorales (desde hace dos años, alguien explíqueme por qué).

Los medios no se cansaron de desacreditar "La Guerra de Calderón", la izquierda, bueno, hizo despliegue de los más ingeniosos HT en Tuíter contra el presidente, "NOMÁSSANGRE","NIUNOMÁS".... por citar algunas mini estrategias electoreras.
(Porque no me digan que el desprestigio a Calderón no era con miras al 2012...)

Pasamos un sexenio con las oposiciones haciendo honestamente no sé qué. Bueno, sé que AN se la ha pasado peleando por sus huesos internos. No sé "las izquierdas".

Pero en serio, ¿ponerse a impugnar a estas alturas?

¿Dónde estuvo la Secretaría de Hacienda evitando las deudas de los Estados con gobiernos PRIístas? (probables fuentes de financiamiento para la compra de votos)

¿Dónde estuvieron los partidos pidiendo al IFE posponer la jornada electoral porque a todas luces el PRI ya había excedido los límites de gastos de campaña?

¿Dónde estuvieron los miembros militantes de los partidos, tocando las puertas, buscando el voto, promoviendo a sus candidatos?

Y ahora, el PRI, además de saber "cómo premiar el voto", también sabe elegir candidatos. Como David Sánchez, dipu por Naucalpan, quien no era priísta y hacía su chamba de regalar lentes y lo invitó el PRI a ser candidato. ¡CABÚM! Se pierde Naucalpan.

La izquierda le apostó al desgastado Andrés Manuel, quien además de ser temido y estar ya más visto que el Titanic, tuvo la brillante idea de sacar su discursito ese del FRAUDE en pleno Canal de Las Estrellas, para el dolor de sus seguidores más radicales.

Y AN, bueno, ni qué decir de la clara a todas luces traición a Josefina.

¿Merecía o no ganar el PRI?

Guanajuato mantiene el gobierno del Estado para AN por varias razones: un candidato que opera con toda la estructura de gobierno (ajá, Manuel Oliva estuvo muy lejos de ser como Juan Carlos Romero Hicks, quien prohibía hasta el uso del teléfono para asuntos de pre/campañas), miedo de la ciudadanía a perder las inversiones extranjeras y de caer en los niveles de inseguridad que vive el Norte del País. Y tal vez, debamos pensar, una buena campaña de Miguel Márquez, cercano a la gente, recordando a penas un dejo del viejo PAN. Y otro factor, un pésimo candidato del PRI (que si han puesto otro, no sabemos la historia, eh)

AN pierde la Joya de la Corona. Se la dimos al PRI. Hay un mensaje a AN:
No queremos candidatos bien conocidos por ser ejemplos de todo lo que no se debe hacer en la Administración Pública. Ah, y ¿dejaron sola a Josefina "por ser vieja"? Bueno, este rancho lo va a gobernar una.