León, Gto. Viernes 15 de Julio de 2011
Fecha ya marcada en mi calendario como "obligatoria". Estoy en mi cocina, partiendo lechuga, picando mangos, almendras, tengo en la estufa reduciendo vinagre...; ésto de ser Chef te obliga a llevar comida a donde quiera que vas. Muchas veces me zafo del asunto llevando una elegante botellita de vino tinto, pero esta vez no puedo.
Mi madre tiene muchos grupos de amigos. Por alguna extraña razón, en todos me invitan a mí. No creo que tenga que ver sólo con la comida, o con el hecho que los hago reír bastante. Creo que tiene que ver más con el amor que me profesan desde que estaba en el vientre. Y como ellos me caen bien, pues pongo mi ensalada en una bonita fuente, la baño de vinagreta, la envuelvo y nos vamos.
La casa de Yolanda es muy grande y siempre está llena de gente. Tiene cuatro hijos y todos ya tiene novios o novias. Así que entre el barullo, el "buenas noches" el "qué te sirvo", me encuentro con rostros de personas que aprecio de verdad, aunque casi nunca vea.
El grupo con el que esta noche nos reunimos es un grupo que un día fue de oración. Dos parejas y tres solteros. Mi tío Julio es el que mejor me cae. Gay declarado y muy regionalmente famoso psicoterapeuta, es un show.
Nos platica con mímica y todo que en sus inicios como maestro rural, se hizo una campaña de salud dental en su escuela. Se convoca a junta a todos los padres de familia. En su mayoría van las abuelas, porque algunas madres trabajan y los papás, pues ahí no se asoman, éso es "asunto de viejas".
La dentista procede entonces a explicar que se van a realizar de manera gratuita limpiezas dentales. Ipso facto una viejita levanta la mano y le dice "apúntimi". Continúa la doctora diciendo que las personas beneficiadas tendrán que realizar alguna actividad en la escuela, como remozamiento, limpieza, etc, a manera de retribuir un poco, a lo que viene una inmediata respuesta de la señora "disbórrimi".
-"Pero bueno, además de la limpieza, si alguna de sus piezas necesita reemplazo, se les hará sin ningún costo"
-"Apúuuuuuuuuuuuuuuuntimi"
-"Sin embargo, sí va a ser necesario cubrir un número de horas en apoyo"
-"Dsibóoooooooooooooooooorrimi"
Con esa simple anécdota, las risas de todos inundan aquel comedor lleno de luz y manteles blancos. Toda la velada se va entre chistes, copas de vino tinto, resentimientos de 40 años entre ellos, "como cuando no me invitaron", "como cuando no fuiste"... y muchas, muchas, muchas, risas. Otras historias se van haciendo chascarrillos recurrentes durante la noche. Yo los veo y me parece increíble. Los escucho y percibo en sus historias grandes deseos de superación, trabajo duro y constante, esfuerzo, estudio, tenacidad y un corazón generoso, para mantenerse fieles a quienes son. Mantener los mismos amigos desde hace 40 años no es fácil. Nueve historias de éxito, nueve historias de amistad.
Y luego la plática se pone seria. Les preocupa el mundo actual. Julio está en contacto con adolescentes de 12-14 años que hablan ya de sexo y condones. Y él bueno, pide a grito abierto sus sales pa la presión. Sergio es profesor universitario, nos muestra una redacción de sus alumnos... misma que nadie entendemos. Los demás, guardamos silencio... hay en la mesa dos ingenieros, una trabajadora social jubilada, una directora de escuela por retirarse y mi madre, investigadora en educación retirada.
Entonces Julio lanza el anzuelo: vivimos en una sociedad terrible. Los adolescentes traen las hormonas desatadas. En especial las niñas. Paz comenta que es como si estuvieran vengando los años de represión de las abuelas y las madres, las niñas de ahora parecieran haber tomado un estandarte en sus mentes en donde “ahora me toca a mí” hacer todo aquello que hace 20 ó 30 años jamás se hubiera pensado si quiera.
“-Necesitamos hacer algo…. concretamente, una ONG”.
Las negociaciones no son parte de esta entrada. Yo sólo me pregunto, ¿cuántos grupos como éste hay en México? ¿A todos nos preocupa la sociedad que vivimos? ¿Cuántos estamos dispuestos a ponernos a trabajar en esto? ¿Cuáles son los recursos?
Creo que hoy en México confluimos personas con toda la experiencia, como estos personajes de la vida real y los jóvenes a quienes también nos inquieta el mundo de hoy. Ante un escenario político poco alentador como el actual, ¿no es inspirador pensar que las respuestas para México están en nuestras manos?
Sé también que en México el Tercer Sector no es tan sólido como en otros países, pero escuchar a estas personas, me da optimismo. Porque seguramente son muchos los profesionistas, experimentados o jóvenes en nuestro país, que están pensando en cómo hacer una diferencia.
Yo creo que sentarnos a esperar respuestas totales de los gobernantes no nos está funcionado bien, así que yo ya le dije a mi tío Julio “apúuuuuuuuuuuuuuuntimi” en el voluntariado. Seguro donde quiera que estés, hay una ONG esperando por ti.
Hasta pronto.
Lore
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