lunes, 11 de febrero de 2013

El día que Lore se afilió al Wikipartido

O sea, hoy.

Anoche justo se presentaron en un programa bastante criticado tres de las muchas asociaciones que buscan el registro como partido político en nuestro país.
Y si bien, no vi el programa porque no tengo televisión, leí las críticas hechas a @alfonsotames representante legal del Wikipartido y no encontré una mancha grave.

Digo, cierto es que como el partido se plantea actualmente tiene un alcance que limita a quien no tenga acceso a una computadora o a Internet. Y es mi intención ayudar con propuestas a que esa brecha se cierre.
De ahí en más, "no tener ideología" "ser una improvisación" y otras supuestas críticas, no hay nada que me haga dudar de la posibilidad de una nueva opción.

Después de 2012, en el escenario actual, con un IFE que no amarra las chequeras de los partidos, con un resultado electoral con el que no estoy de acuerdo, con un Congreso que firma pactos y no los cumple, con AN en la lona y no por injustificadas razones, con un PRD haciendo alianzas con AN, me queda claro que la política en México no me sirve a mí. Ni a mi familia, ni a mi nana, que le ha taloneado toda la vida.
No le sirve a mis alumnos, quienes trabajan más de doce horas al día y aún quieren estudiar Inglés para tener un salario digno.
La política le sirve a los políticos que con nuestro dinero se regalan fistolitos de oro.

¿Crear nuevos partidos es la opción? Yo sí lo creo. Creo que los partidos actuales con sus vicios y tribus se reparten un pastel del que los mexicanos no vemos ningún beneficio  Al haber más partidos simplemente se reparte entre más el presupuesto, obligando a éstos a trabajar de manera menos costosa.

¿Es posible un partido meramente virtual? Tal vez no, pero sí utilizar la tecnología como recurso ahorrador. Y algo que me convence más, es que el recurso público no se gastará en beneficio del partido, construyendo comités y cosas de esas. El dinero se va a ciudadanos que presenten proyectos de política pública.

Y así, me uno a un grupo de menos de cuatrocientos aventurados que creemos que se pueden hacer las cosas de manera distinta.  A otros cuatrocientos que amamos esta tierra y no creemos que en los partidos actuales esté el destino de nuestros jóvenes y de nuestros hijos.

Lo sé, tal vez soy una idealista.
Si tú también, te esperamos.


sábado, 5 de enero de 2013

Queridos Santos Reyes:


Este es el comienzo de muchas cartitas que seguramente se escriben hoy, cargadas de ilusiones, de deseos de juguetes y cosas. Recuerdo con mucha ternura las cartitas que escribía cada año. 
No pedía juguetes costosos ni nada muy estrambótico. Pedía salud para mi abuela, trabajo para los papás de mis amiguitos, que el malora del salón cambiara, que la maestra no me fuera  a agarrar de bajada por andar de contestona, que el peso no se devaluara, que el León volviera a primera y cosas así.


Yo siempre creí en los Santos Reyes como un poder de intercesión ante el Creador, porque mi madre, por alguna razón, a los tres años tomó la Biblia, me leyó el evangelio de la Epifanía y me explicó cómo aquellos astrólogos habían seguido el rastro de aquella estrella y habían dado con el niñito Jesús.
Y cómo, eran una representación de todos los pueblos, por eso uno de ellos era negro y eran el símbolo que utilizaban en la Biblia para dar a entender que la salvación de Dios era para todo el mundo. 
Y que los padres, en recuerdo a esa ofrenda al niño Jesús, traían juguetes a sus hijos cada seis de enero, por amor. Pero que no había nada mágico, por lo que mis peticiones debían considerar eso, que no había magia, por lo que yo no debía pedir un caballo o cosas d'esas.

No sé qué tanto entendí yo a mis tres años, pero la ilusión no murió. Yo sabía que no podía pedir demasiados juguetes porque en mi casa no teníamos árboles de dinero, pero sí tenía la ilusión de que aquellos magos de oriente podían interceder ante Diosito y darme un regalo especial.

Y hoy, ante el panorama para nuestro país, esta es mi cartita:

Queridos Santos Reyes:

Yo me llamo Lorenza, pero me pueden decir Lore. Y vivo en México. Sí, el país de la guerra contra el narco y en el que acaba de ganar el PRI otra vez. Entonces, pues... yo les quiero pedir lo siguiente:

1.- Que el Congreso apruebe reformas sin tenernos al filo del asiento como diezmilquienientasveintidós horas. Ah, y sin partir a modo que las hagan inoperantes, como nos pasó con Reforma Política.

2.- Que nuestro Congreso apruebe reelección legislativa. (plis, plis) Bueee, y si se puede, ps de ediles y gobers... ¿no?

3.-Que nuestros diputados no se anden regalando lujitos tipo fistolitos de oro que nada tienen qué ver con su labor y que sí nos mandan a la ciudadanía el mensaje de que son unos mercenarios del erario.

4.- Que la estrategia de seguridad del nuevo gobierno no sea quitar fondos al tratamiento de las adicciones y empoderar demás a nuestras fuerzas armadas, digo, no es que me alarme porque la SSP pasara a SEGOB, pero sí.

5.- Que no dejemos de contar los muertos. 

6.-  INSERTE AQUÍ SU PETICIÓN


Y bueno, digo, vámonos por año, tampoco nos van a componer el país en una noche, pero... tengo dos favorcitos más, queridossantosreyes...

Que inserten en el corazón de cada mexicano amor por esta tierra tan generosa que nos da un sentido de pertenencia. La tierra de Frida, de Agustín Lara, de Lola Beltrán, de Diego Rivera... de mis abuelos, de mis padres y espero un día, de mis hijos. La tierra que me hace llorar cada que escucho "México lindo y querido, si muero lejos de ti". Este hogar de más de cien millones de almas, con sueños, con necesidades, con talento, con hambre, con  vicios, con problemas, con abundancia, con carencia, con paz, con violencia. 

Amor en todos, en especial, en aquellos que sostienen un cargo público.  Porque si tenemos amor al país, podremos conducirnos con responsabilidad, con ética y pensando en el bien de todos, no sólo el propio. Regálenos a cada mexicano un amor cotidiano por México. Un amor constante que se renueve día a día. A ver si este año avanzamos más.

Ah... y este... bueno, pues ando ocupando un nuevo vehículo, ahí les encargo.


Yo sé que nos portamos másomenos este año... pero... ustedes le trajeron cosas al niñito Dios cuando no hacía nada más que dormir, llorar y hacer pipí y popó... así que...

Los quiero mucho:

Lorencita