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Recuerdo que el primer Teletón yo tenía doce años. Recuerdo que no fui a los sabatinos de la secundaria porque era 12 de Diciembre y era "día de guardar". Sonó el teléfono como a las once de la mañana, mientras yo yacía en mi cama con mis gatos.
Con la molestia inherente a levantarse, respondí el teléfono d'esos de ruedita. Al otro lado de la línea, mi mamá desde su oficina para decirme dos cosas:
-"¡Lore, está nevando! ¡Sal a ver la nieve! ¿Estás viendo el Teletón?"
Yo, como buena adolescente, la juzgué de loca y sólo le dije :
"-Mjm, qué frío. Ahorita le prendo a la tele. No llegues tarde a comer. Bye"
Colgué el teléfono y me fui a dormir. Siempre he odidado ver la tele. Así que qué flojera ponerme a ver esa cosa que ni entendía qué era y que sólo hacía Don Francisco y así.
Y efectivamente, ese día mi madre no llegó tarde. Mal llegó a la casa y prendió la televisión. Y el formato de un estudio con gente ahí se me hizo de lo más aburrido. Ordenamos pizza de Domino's porque era la que estaba donando al Teletón. Fuimos esa tarde a comprar el colchón el sobre el cual dormí todos los años que viví en su casa en Dormimundo, porque todo lo vendido ese día se iba al Teletón y compramos botiquines de las Farmacias del Ahorro que ni necesitábamos, pero el chiste era ayudar.
Mi cuñado, que en ese entonces trabajaba en no sé qué área de sistemas en el banco oficial del Teletón, no estuvo ni todo el día, ni toda la noche, ni toda la noche siguiente en su casa, por lo que tuvimos a bien ir a dormir a casa de mi hermana quien por aquellos ayeres era madre primeriza de mi sobrino mayor y pues no se los fuera a comer algún dragón o algo a ella y a la criatura mientras mi cuñado resolvía las miles de broncas que conlleva un evento de esta magnitud ¿verdad?
Desde la grotesca y grande televisión en casa de mi hermana vi por primera vez llorar a Lucerito pidiéndonos donar. Y a Chabelo arrodillarse. Y todas las historias que nos tenían a las tres mujeres de mi familia, llorando como Magdalenas y agradecidísimas con la vida porque mi sobrino, aunque estaba bien pinche feo y tenía orejas de duende, pues por lo menos estaba enterito. Y bueno, ahí nos tienen a las tres comiendo todo tipo de porquerías, (bueno, a mi mamá y a mí porque mi hermana desde siempre ha temido ser gorda y no come nada), para controlar la angustia de ver el reloj correr y la cuenta no subir y bueno, en un ataque desesperado, cargarle más a la tarjeta de crédito porque si no donábamos nunca lo íbamos a lograr y así.
Y a media noche, la fiesta: ¡lo logramos! y todos se abrazan en la tele y las tres lelas de nosotras también y... la emoción, el sentimiento, esa adrenalina de pensar en un país con cientos de historias tristes, tristísimas que se conmueve ante ellas y les dice: " no están solos".
Pese a los gobiernos, pese a la ignorancia, pese a la pobreza, México le dice hoy a todos esos problemas:
"con México, se la Pérez-Prado, fíjense, porque nuestro corazón es más grande que todos ustedes juntos".
Así inició el primer Teletón para mí. En medio de fenómeno natural que jamás se ha repetido en mi rancho: la nieve. Enmarcado por el trabajo de un hombre honesto como es mi cuñado, que por algunos años, hasta su asceso de puesto, no durmió cada Teletón. Y coronado por el sentimiento de una nación de la que sí me puedo sentir orgullosa. Cada vez que tengo ganas de pensar que México no vale la pena, veo el corazoncito que cuelga del espejo retrovisor de mi coche como recodatorio de lo mejor que tiene México: su gente.
"con México, se la Pérez-Prado, fíjense, porque nuestro corazón es más grande que todos ustedes juntos".
Así inició el primer Teletón para mí. En medio de fenómeno natural que jamás se ha repetido en mi rancho: la nieve. Enmarcado por el trabajo de un hombre honesto como es mi cuñado, que por algunos años, hasta su asceso de puesto, no durmió cada Teletón. Y coronado por el sentimiento de una nación de la que sí me puedo sentir orgullosa. Cada vez que tengo ganas de pensar que México no vale la pena, veo el corazoncito que cuelga del espejo retrovisor de mi coche como recodatorio de lo mejor que tiene México: su gente.
¿Tengo que incluír que he boteado año tras año desde entonces? Y que al "no me gusta cómo manipulan las emociones" sólo digo: pues qué país tan mezquino que necesita esas manipulaciones. Deberías donar sólo por el hecho de que alguien, muchos alguienes están haciendo mucho más que tú con sólo estar criticando.
Y la supuesta evasión fiscal, (que ni cierta es, por cierto) y si lo fuera... ¿Están los centros o no? ¿Es la fundación Teletón pionero en América Latina en tratamiento de Cáncer y Capacidades Diferentes o no?
¿Es una muestra de que no todo lo tiene que venir a hacer el gobierno o no? ¿Existe en México una cultura de respeto hacia las personas con capacidades diferentes o no?
Bueno, pues todo eso gracias a personas que como yo, [inserte aquí su adjetivo calificativo predilecto], decidimos libremente gastar el dinero que ganamos en el Teletón.
Bueno, pues todo eso gracias a personas que como yo, [inserte aquí su adjetivo calificativo predilecto], decidimos libremente gastar el dinero que ganamos en el Teletón.
Y la última... si el Teletón dejara de exisitir porque "los razonamientos y la información" pudieran más ... ¿quién o cómo se van a atender y a resolver los problemas que Fundación Teletón atiende?
Si alguien me dice cómo y quién, yo les doy mi donativo.

Yo, con mis alumnis del Sábado anterior <3
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